Estaba leyendo en el club de lectura salvaje "Temporada de Huracanes". Me lo terminé de audio-leer un miércoles, para ser más exacta. Quedé muy impactada; es una historia que narra la vida de personajes muy jóvenes, encerrados en una miseria absoluta, atravesados por el machismo, la pobreza, el misticismo y las creencias populares asociadas a las vidas diferentes. En el centro de la historia, una bruja que termina por juntar las vidas de todos. Este post no es sobre ese libro, pero sí es el punto de partida para el mismo.
Para aligerar ese sentimiento, me puse a ordenar mi escritorio mientras escuchaba el capítulo 220 de uno de mis podcasts favoritos: MetalProgPop Cast, donde tres argentinos hablan sobre un disco. Los episodios los lanzan en triada; cada uno de los hosts del podcast dirige la conversación en uno de los episodios de la triada. En el episodio que lideran traen un disco de su género favorito: pop, rock progresivo o metal.
En la triada que va del episodio 220 al 222, presentaron bandas de mujeres. Yo no sabía, no estaba preparada para la felicidad, el gozo, la alegría que sentí al descubrir a Lucifer.
Una banda liderada por una mujer alemana, con música hecha en los años dos mil veinte que suena a los años setenta. Johanna Platow lidera Lucifer. Johanna Platow creó Lucifer. Johanna Platow ha tenido problemas en Estados Unidos por las portadas blasfemas de sus discos. Johanna Platow descubrió que quería dedicarse a la música oscura luego de ver a Danzig en vivo.
Luego de escuchar el episodio donde Guido Vilariño, el metalero de MetalProgPop Cast, recorrió el disco y lo comentó con sus dos co-hosts, yo me fui directo a escuchar el disco, completo, tres veces.
Empecé a ver entrevistas en YouTube, como esta en donde, junto a Nicke Andersson, músico sueco que fue baterista de Entombed (y además es el esposo de Johanna), hablan de sus discos favoritos lanzados en 1975.
Mejor dicho, terminé entrando en un espiral, en donde de un disco salté a otro, en donde regresaba al disco que había escuchado por primera vez ese miércoles mientras ordenaba el escritorio: Lucifer V.
Me acosté, con una sensación de felicidad, como cuando uno conoce un lugar en el que nunca había estado o se come algo tan delicioso que las papilas gustativas le quedan como con memoria. Esa euforia que lo deja a uno sin ganas de dormir.
Y mientras estaba tratando de conciliar el sueño, me grabé una nota de voz para acordarme de escribir este post, “De lo que quiero escribir hoy es de lo que me pasó hoy después de terminar el audio libro que me dejó con ganas de vomitar por las cosas horribles que podemos hacer los humanos. De lo que escuché con los argentinos, y ahora no me puedo dormir por esa sensación de descubrir música nueva, pero no me refiero a música nueva que salga en el año en el que estoy, sino de música que yo nunca había escuchado”.
En mi nota de voz, me recordaba a mi yo del futuro, que esto me había pasado recientemente también cuando vi el documental de Netflix, The Greatest Night in Pop en donde cuentan la historia de cómo se hizo la canción “We are the world”. Y gracias a ese documental terminé leyendo mucho sobre la historia de Harry Belafonte.
Aunque en ese caso ya había escuchado la canción por la película Beetlejuice, nunca había leído sobre la vida de Harry. Activista y actor que luchó por los derechos de las personas afro descendientes en Estados Unidos.
Escuchar discos que son amor a la primera oída, descubrir historias a través de la música que son amor y llorada fija, entrar en espirales de lectura por horas, de escucha por horas, es de las sensaciones más hermosas de mi vida.
Quiero seguir mandándome notas de voz recordándome las cosas que me dan tanta alegría.
Amé este post! Me siento una otra persona siempre que escucho a música nueva. Creo que la más reciente que conocí fue la música de Alexandra Savior, a través del disco Belladonna of Sadness. Puedo escucharlo completo varias veces.
Voy a buscar el disco Lucifer V que comentas y también el podcast que mencionas, suena genial! Gracias Ed!